cuando compras un regalito para alguien muy querido con todo tu amor, tenés la suerte de que el regalito le encante al destinatario y la reina madre se atribuya el mérito.
Me pone más loca de lo que cotidianamente estoy.
Pero ni ese tipo de hechos bochornosos frecuentes en mi vida, ni días de mierda como el de hoy van a hacerme enojar. Nono.
Por ahora.
sábado, febrero 17
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