Me duele la cabeza, me voy a tener que poner los lentes, que me molestan y me hacen picar la nariz. Y cuando me los saco siento que me quedo bizca un rato.
El otro día, cuando nevó, yo recién salí a saltar bajo la nieve a las ocho de la noche. Y me cagué de frío, y entendí por qué lo había disfrutado todo el día a través de la ventana.
Tengo que estudiar y no tengo ganas, o no quiero tener ganas. Este cuatrimestre superé mis expectativas sobre mí misma y agoté todas mis energías.
Hay que hacer tantas cosas antes de que termine Julio, pero no me da el tiempo. Algunas quedarán para Septiembre, aunque no quiera y a otros no les caiga muy bien.
A veces hago tremendos esfuerzos por los demás y ellos ni siquiera se enteran. No importa, total, mientras me reconforte a mi misma, está todo bien. Además, si sos objeto de mi preocupación hoy, sentite bien, porque ya no soy como antes. Antes me preocupaba hasta si pisaba una hormiga.
Pero así soy yo. Un despelote. Mejor. Sino me aburro.
Y Ro se va a la fiesta del pomelo en Formosa. Porque se le cantó. Y está muy bien.
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