at rehab

Y sí. Era sabido que algún día me iba a tocar.
La granjita me gusta, por suerte estoy con libertad condicional y me dejan salir de vez en cuando.
Nahhhh!!!! Por ahora no. No creo que termine como Amy Winehouse, bah, nunca está nada dicho. De cualquier forma, que tu apellido traducido al castellano signifique "casa de vino" es como que nada, no te tendrías que sorprender tanto. Igual me gusta. Me cae bien, me produce algo, me transmite cierto grado de nostalgia, no sé qué.
Pero lo de la rehab es posta. Estas rodillas que hace un tiempo venían medio falladas (lo había predicho Annette haya por 2005), y que se terminaron de arruinar en Campo Morado. Un día una por solamente apoyar mal el pie bajando por las piedritaspiedrotas de atrás, que más de uno que haya visitado el sitio recordará, y al otro día la otra, derrapando a lo uhh Lara, y me salió el tiro por la culata. Me frené en una piedra con qué? Con la otra rodilla!!
Chicos no lo hagan en sus casas.
Juan, mi kinesiólogo, dice que igual ya venía con el engranaje oxidado. Y Edgardo, mi traumatólogo, cuando me ve entrar al consultario, me grita "operación!operación!", y añade "eso te pasa por tarada nena". Yo me cago de risa.
Últimamente me dejo maltratar muy fácil por los profesionales de la medicina.
Don't know why.
Ojo, puede que tengan razón, todo me pasa por esquivarlos cuanto pude. Y lo peor, me caen todos muy bien. Cosa que antes no me pasaba con los dotoles.