another kittie in town

Ante la falta de gatitos, encontré otro hace un rato, deambulando por mi cuadra, muy pequeñita ella y bonita (gris/blanco con tokes negritos), muy parecida a Chubi. Lo. Si no fuera porque sólo tuvo a Jack, y hace un tiempo ya, juraría que se le escapó del canasto.
Obviamente la puesta en escena fue tremenda. Ojo. No actué en absoluto. Lloro como una marrana cuando veo gatitos, perritos abandonados. Más aún cuando son chiquititos.
Ante la negativa de mi padre, y viendo como unos obreros la sacaban a escobazos, no pude evitar el mar de lágrimas. Me encerré en la cocina, y a los dos minutos aparece mi pobre papucho con la gatita.
Si alguien la quiere, o saben de alguien que la quiera, me avisan plis. O sino la llevo a lo de Alberto, que es rebuena onda, y no sé como hace para regalar gatitos por doquier. A las gatitas de Paki (recién castrada) las regaló en una semana. Y es posta, porque hasta te da el número de teléfono y la dirección del que se los lleva. Un ídolo.